Antes de aprender a cazar nuestros ancestros homínidos incluían en su dieta insectos. De manera curiosa; algunos científicos consideran que nuestra afinidad por alimentos crocantes se debe a esa memoria antropológica de masticar insectos.

Desde la época prehispánica los insectos medicinales eran ampliamente utilizados para tratamientos en diferentes sistemas del cuerpo humano, desde afecciones cutáneas hasta disfunciones del sistema genitourinario, los estudiosos de la etnoentomología han logrado identificar más de 300 enfermedades que eran tratadas con insectos comestibles. 

 Hoy por hoy la FAO ha reconocido las propiedades nutraceúticas de la gastronomía entomológica y existen programas de investigación  y producción de insectos como fuente importante de proteina para el futuro.

Los insectos hacen parte de la alimentación en muchos paises; México consume sus deliciosos chapulines y gusano del magüey, la larva del chontacuro muy consumido en poblaciones amazónicas, las hormigas culonas en Santader, Colombia. La lista es interminable si sumamos comunidades de Tailandia, Camboya, entre muchas.

Por mencionar,  los avances científicos para la producción de leche de cucaracha porque la variedad de familias de insectos para nutrición es muy variada -más de 500 especies-  incluyendo órdenes como  Odonata, Orthoptera, Anoplura, Isoptera, Homoptera, Megaloptera, Coleoptera,  Lepidoptera, Diptera e Hymenoptera, este ultimo el orden al cual pertenecen nuestras amadas abejas.

Las abejas producen alimentos nutracéuticos que usted puede adicionar en recetas exóticas -gastronomía apícola- y/o como soporte en la apiterapia.http://imiel.co/descripcion-de-productos