Las Mascotas: Nuevos roles sociales
Como hemos expresado en los escritos que anteceden, el hombre inició cazando animales y después se dedicó a domesticarlos. Después de esta domesticación ya los animales no solo tenían fines funcionales sino de compañía, esta nueva expresión –animales de compañía- suponen el cumplimiento de una función recreativa para satisfacer las necesidades de las personas que gozan de su compañía. Los más comunes son perros y gatos, pero hoy día hay personas que tienen ovejas, cerdos, caballos como animales de compañía. Son seres que tienen nombre y sus dueños desarrollan un vínculo emocional con ellos.
Para describir a manera de relato los nuevos roles sociales de las mascotas consideramos precisar que por allá en 1.630, el filósofo francés René Descartes postuló que los animales eran solo maquinas complejas, capaces de cumplir una variedad de funciones automáticas pero sin capacidad de pensamiento constante o de percibir sensaciones, contrario sensu ocurría antes, en el mundo antiguo, las personas tenían las creencia de que los animales eran racionales, por lo que conocían la diferencia de lo correcto e incorrecto.
Lo expresado por Descartes no fue un despropósito, sin embargo, este postulado generó actitudes que permitieron tratar a los animales como seres que no sienten dolor. Por ello, las personas disfrutaban juegos crueles como provocar a un toro o a un oso, las riñas de gallos o las peleas entre perros.
Los nuevos roles sociales de las mascotas los queremos sintetizar de manera particular después de la Segunda Guerra Mundial, pues en este tiempo el mundo occidental vivió un cambio en el relacionamiento con las mascotas:
1. El bienestar creciente de la sociedad hizo que muchas personas adoptaran animales de compañía, podían gastar dinero en animales que eran considerado muchas veces como lujos
2. El aumento de la movilidad y el debilitamiento de lazos familiares con miembros en otros lugares
3. Los animales de compañía representan una solución/alternativa a las decepciones humanas. En un escenario con las necesidades básicas resueltas se impone mayor demanda sobre la calidad de las relaciones y esto hace que las decepciones sean inevitables.
4. Los humanos han perdido el contacto con la naturaleza, así que, interactuando con animales de compañía, de alguna manera se restaura este contacto.

