El concepto de desarrollo sostenible aplicable a la alimentación sostenible se refiere a la búsqueda de un equilibrio entre el desarrollo económico, social y ambiental en el sistema alimentario, asegurando que las necesidades presentes sean satisfechas sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.

Foto: Apiario arrasado por vendavales

Autores como Wolfgang Sachs, Josep Xercavins, Dixon y Fallon, y el discurso de Desarrollo Humano Sostenible (DHS) de la ONU pueden tener perspectivas y enfoques diversos, y aunque pueden compartir ciertos valores y principios generales sobre desarrollo sostenible, cada uno tiene sus propias contribuciones y matices en relación con la alimentación sostenible. Con base a sus aportes y de manera general se debe tener presente que la prospectiva de alimentación sostenible debe considerar aspectos clave como:

1. Respeto al medio ambiente: El desarrollo sostenible en la alimentación implica adoptar prácticas agrícolas y ganaderas que sean respetuosas con el medio ambiente, promoviendo la biodiversidad, el uso responsable de recursos naturales y la conservación de los ecosistemas.

2. Equidad social: Se busca garantizar el acceso equitativo a alimentos saludables y nutritivos para todas las personas, promoviendo sistemas alimentarios justos y sostenibles que no generen desigualdades.

3. Bienestar humano:La alimentación sostenible se centra en mejorar la salud y el bienestar de las personas, promoviendo una dieta equilibrada y nutritiva que satisfaga las necesidades nutricionales y culturales.

4. Soberanía alimentaria: Se busca empoderar a las comunidades y a los productores locales para que puedan tomar decisiones sobre su propia producción y consumo de alimentos, fomentando sistemas alimentarios más autónomos y resilientes.

5. Reducción del desperdicio de alimentos:Se enfatiza en la necesidad de reducir el desperdicio de alimentos en todas las etapas de la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo.

6. Adaptación al cambio climático: La alimentación sostenible se preocupa por la adaptación y mitigación del cambio climático, promoviendo prácticas agrícolas y ganaderas que sean más resistentes y que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.

En resumen, el desarrollo sostenible aplicado a la alimentación busca un sistema alimentario que sea respetuoso con el medio ambiente, equitativo socialmente, que promueva el bienestar humano y la soberanía alimentaria, y que reduzca el desperdicio y se adapte al cambio climático. Es un enfoque holístico que considera la interconexión entre la salud del planeta, la sociedad y las personas, y que busca garantizar que las futuras generaciones puedan disfrutar de un sistema alimentario saludable y sostenible.