Desde la apicultura y la fermentación somos apasionados por el amplio espectro que ofrece la miel de abejas en la adición en los fermentos. En particular gusto a los lácteos fermentados durante la segunda fermentación. Dependiendo del tipo de producto lácteo y sus preferencias personales, la adición de miel puede proporcionar un sabor dulce y aromático adicional al producto final.

En el caso del yogur, por ejemplo, puede agregar miel de abejas al yogur fermentado una vez que haya completado la fermentación inicial. Para hacerlo, simplemente mezcle la miel de abejas con el yogur y revuelve suavemente hasta que esté bien incorporada. Puede ajustar la cantidad de miel según su gusto personal.

En el caso del kéfir de leche, también puede agregar miel durante la segunda fermentación. Después de la fermentación inicial con los gránulos de kéfir, puede colarlos y transferir el líquido a otro recipiente hermético. Allí, puede agregar miel de abejas al gusto y cerrar el recipiente para permitir que se produzca la segunda fermentación con la miel. Esta segunda fermentación puede durar varias horas, dependiendo de sus preferencias y del nivel de dulzor que desee obtener.

Es importante tener en cuenta que la miel de abejas contiene propiedades antimicrobianas naturales, por lo que su adición a los lácteos fermentados puede afectar la actividad de las bacterias lácticas presentes, con base a nuestra experiencia sugerimos la adición de miel en segunda fermentación y no durante la fermentación inicial, para minimizar el impacto en las bacterias lácticas.

Recuerde que la fermentación es un proceso delicado y puede variar según los ingredientes y las condiciones específicas. Le sugiero que realice pruebas y ajustes según sus preferencias personales para obtener los mejores resultados.