Miles de años, Miel de abejas

El hombre empezó a consumir miel de abejas hace miles de años, mucho antes del surgimiento de la escritura. Se sabe que numerosas comunidades prehistóricas aprendieron a controlar, cultivar y explotar la producción de las abejas. La palabra proviene del latin mel, melis, que se derivó a su vez del vocablo griego meli y este, de la raíz indoeuropea melit (todos ellos de idéntico significado).

Covarrubias, en su Tesoro de la lengua castellana (1611), ofrece explicación sobre la producción de miel:

[…] la miel ordinaria (según lo da a entender Plinio) no es otra cosa sino un rocío del cielo que cae sobre las hojas de las hierbas y de los árboles, el cual las abejas desfloran, comen y lamen con muy grande apetito, a causa de su natural dulzor, y después de haberle alterado algún tanto en el vientre, sintiéndose muy hinchadas con el, por su demasiada abundancia, son constreñidas a vomitarle.

Los griegos llamaban melissa  a las abejas productoras de miel, y a partir de ese término, se nombró el nombre propio Melisa.

La miel de abejas ha sido un alimento importante para los seres humanos desde la antigüedad. Los homínidos, antepasados ​​de los seres humanos, recolectaban miel de colmenas silvestres y la consumían como fuente de energía y nutrientes.

El uso de la miel por parte de los homínidos se remonta a hace más de 2 millones de años, como lo sugiere el descubrimiento de utensilios de piedra con restos de miel en ellos. La miel también era utilizada por nuestros antepasados como medicina, ya que se le atribuían propiedades curativas y antibacterianas.

El consumo de miel de abejas también puede haber tenido un impacto en la evolución de los homínidos. Los estudios han sugerido que la miel puede haber contribuido al desarrollo del cerebro humano al proporcionar una fuente concentrada de energía y nutrientes necesarios para el crecimiento y la función cerebral.

 

Además, el consumo de miel también puede haber ayudado a los homínidos a sobrevivir en épocas de escasez de alimentos, por ser  la miel es una fuente rica en calorías y fácilmente disponible en la naturaleza.

En resumen, la miel de abjeas desde hace miles de años, ha sido un elemento importante en la evolución de los homínidos. La miel proporcionó una fuente de energía y nutrientes esenciales, así como posibles beneficios para el desarrollo del cerebro, lo que ayudó a nuestros antepasados a sobrevivir y evolucionar.

 

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