Es bien conocida la relación evolutiva de las plantas y las abejas, por tanto, los factores que constituyen el clima hacen parte del diseño estratégico del apicultor, toda vez que tienen influencia directa o indirectamente sobre las funciones de las plantas. No sobra anotar que; la flora de interés apícola es condición sine qua non para la producción de las colmenas.

Enunciado el contexto anterior, queremos hacer referencia a los factores climáticos que influyen en la botánica apícola: humedad y temperatura. 

HUMEDAD: Agua libre, estado higroscópico de la atmósfera. Según su saturación limita o compensa la pérdida de agua que sufren las plantas, es decir, la humedad tiene influencia directa sobre la transpiración y puede afectar la disponibilidad y calidad del néctar y el polen en las flores, porque la evaporación hace que las flores produzcan menos néctar o disminuye su calidad. Además, es porobable que la humedad aumente la proliferación de hongos y bacterias en las flores, lo que puede hacer que el néctar y el polen sean menos saludables para las abejas.

LA TEMPERATURA: Las flores necesitan energía para producir néctar, y esta energía se obtiene a través de la fotosíntesis. La fotosíntesis se ve afectada por la temperatura, y las plantas pueden tener diferentes puntos óptimos de temperatura para la fotosíntesis y la producción de néctar. La temperatura influye en la viscosidad y la calidad del néctar producido por las flores. Las temperaturas más altas pueden hacer que el néctar sea menos viscoso y más diluido, lo que puede hacer que sea menos atractivo para las abejas y otros polinizadores. Asi mismo, las temperaturas extremas pueden hacer que las flores produzcan menos néctar o que se sequen más rápido, lo que puede limitar la cantidad de néctar disponible para las abejas.

De manera general  los factores climáticos, como la humedad y la temperatura, pueden influir en la botánica apícola  desde la formación de las nubes (vapor de agua condensado en la atmósfera),  precipitación de lluvias, las cuales según su intensidad, influyen en la distribución del tipo y densidad de vegetación. Grandes masas de vegetación, por ejemplo bosque tropical húmedo, se han formado por lluvias abundantes y lo contrario -escasez de lluvias- la vegetación es pobre; caso zonas áridas.

Como corolario podemos decir que la  disponibilidad y calidad del néctar  y el polen que las abejas utilizan para producir miel y otros productos de la colmena se ve afectada por los factores climáticos, por tanto, es importante tenerlos en cuenta para planificar y gestionar un apiario porque desempeñan un papel protagónico en los procesos fisiológicos y químicos de las plantas; cada especie es única; tiene necesidad diferente de temperatura, tanto que una pequeña variación puede retardar el crecimiento e interrumpir la división celular y la fotosintesis. A nivel de raiz afecta la función de absorción y a nivel de semillas la germinación.

Para diseñar un manejo holístico enfocado en el aprovechamiento de la flora apícola y/o cultivos para polinización durante complejidades climáticas puede escribirnos a contacto@imiel.co tenemos toda la disposición de ofrecer una consejería en aras de mejorar la productividad de colmenas y cultivos.