De las divisiones de colmenas

Cuando hacemos divisiones o conformamos núcleos de abejas con la finalidad de  multiplicar las colonias, si hay las condiciones favorables, se produce un rápido desarrollo del nido y como consecuencia una gran demanda de proteínas. En algunos eventos de tiempo, modo y lugar hacer los núcleos no siempre coincide con la mayor disponibilidad de néctar y polen cerca al apiario, como podría ocurrir en los períodos de multiplicación natural.

Es importante considerar esta etapa de la cría de abejas como otra de las situaciones críticas en el abastecimiento de nutrientes con alto contenido de aminoácidos -formadores de proteínas-.

Ciertamente cuando se hacen divisiones o se conforman núcleos de abejas con el objetivo de multiplicar las colonias, se produce un rápido desarrollo del nido y una mayor demanda de proteínas, esto se debe a que la colonia se ha dividido y se ha creado una nueva colonia con menos abejas y los recursos justos. También es importante tener en cuenta que la época del año en que se hacen las divisiones puede tener un impacto en la disponibilidad de recursos para las nuevas colonias. Por lo tanto, es recomendable planificar las divisiones para épocas del año en las que hay más recursos disponibles en el entorno cercano al apiario.

 

En un ambiente natural, cuando una colonia se divide, las abejas que forman la nueva colonia suelen buscar néctar y polen en la zona cercana al nido, donde hay más recursos disponibles. Sin embargo, cuando se hacen divisiones artificiales en un apiario, no siempre es posible garantizar que las nuevas colonias tendrán acceso a suficientes fuentes de alimento cercanas al apiario. En estas circunstancias, es importante asegurarse de que las colonias tengan suficiente alimento para satisfacer sus necesidades nutricionales -recursos aportados por el apicultor-  alimentando a las abejas proporcionando fuentes de alimento adicionales, como alimentadores de néctar o  con sustitutos de polen.

Aún en la sabiduría de la naturaleza hay  pólenes que no tienen la cantidad necesaria de proteínas de las que requiere el organismo de la abeja para momentos de exigencias en su labor de colecta, y es allí donde juega un papel importante suministrar una alimentación estratégica. Importante consultar De Groot (1.953) para conocer de los requerimientos mínimos de aminoácidos que requieren las abejas.

Por otra parte, al inicio de la temporada de floración,  las abejas obreras  alimentan a las  larvas, que al nacer deberán consumir mucho polen para volver a alimentar a una gran cantidad de larvas hermanas que multiplicarán el nido y producirán las abejas para la nueva cosecha, mas adelante en plena cosecha deberán hacer un trabajo extra que consumirá esa proteína corporal. Hemos observado que la falta de polen ocasiona debilidad y una vida más corta en las abejas, además que son mas suceptibles a contagiarse de enfermedades.

La mejor alimentación para nuestras abejas es la natural empero, sin rayar en fundamentalismos,  en eventos de complejidades podríamos tener la opción de adquirir hidrolizados de proteínas vegetales que hay en el mercado. Usados estratégicamente, contribuyen a que en épocas de poca floración sus nuevas colonias se mantengan fuertes.

Si usted está interesado en núcleos de abejas puede contactar a nuestros asesores en contacto@imiel.co

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