Depresión y Serotonina

La serotonina es una sustancia química que actúa como mensajero en el cerebro y en el sistema nervioso, es importante para la regulación de una amplia variedad de procesos corporales, incluyendo el estado de ánimo, el sueño, el apetito, la temperatura corporal, la percepción del dolor y la función sexual. También se cree que la serotonina juega un papel importante en el control de la ansiedad y el estrés.

La serotonina funciona al comunicarse entre neuronas en el cerebro y el sistema nervioso, cuando se libera en el espacio entre las células nerviosas, llamado espacio sináptico, la serotonina se une a los receptores de serotonina en las células nerviosas vecinas y transmite la señal de una célula a otra.

Contrario a informes científicos de hace unos años, muchos criterios científicos modernos aseguran, con pruebas concluyentes, que no hay ningún estudio en humanos que relacione niveles de serotonina con depresión porque la medición de los niveles de serotonina en la sangre o en la orina no es una forma precisa de diagnosticar la depresión; Esto se debe a que los niveles de serotonina en la sangre o en la orina no reflejan necesariamente los niveles de serotonina en el cerebro, que es donde la serotonina es más relevante para la regulación del estado de ánimo.

Recordemos que los niveles de serotonina en el cerebro pueden fluctuar rápidamente y pueden ser afectados por muchos factores diferentes, incluyendo el estrés, la alimentación, el ejercicio y obviamente los medicamentos. Por lo tanto, es posible que los niveles de serotonina en el cerebro no sean necesariamente bajos en una persona que sufre de depresión.

Muy conocida la explicación del desequilibrio químico neuronal que los fármacos psiquiátricos corrigen, entre ellos, los conocidos farmacos ISRS o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, aumentando la disponibilidad de serotonina en los espacios entre células cerebrales. No se ha comprobado que estos medicamentos -los ISRS- alivien, corrijan y curen una afección real de la fisiología del cuerpo humano, menos en animales no humanos.

 

Varios documentos constatan de que no hay estudios en humanos, los últimos 60 años, ni análisis de sangre, ni de orina ni post mortem de suicidas que sustenten la teoría de la depresión basada en los niveles de serotonina. Muy al contrario, los niveles elevados de serotonina se han relacionado con diversos problemas mentales graves como la esquizofrenia y el autismo.

Algunos alimentos contienen nutrientes que pueden ayudar a aumentar los niveles de serotonina en el cerebro, por ejemplo, los alimentos ricos en carbohidratos complejos, como los cereales integrales, las legumbres y las verduras, pueden aumentar los niveles de triptófano en el cerebro. El triptófano es un aminoácido esencial que el cuerpo utiliza para producir serotonina.

Dependiendo del origen floral, la miel cruda de abejas contiene triptófano -en cantidades medias a bajas,- indispensable para la producción de serotonina. Pero más allá de la presencia de tripotofano en la miel de abejas, su contenido de enzimas y de carbohidratos complejos ayuda a aumentar los niveles de glucosa en el cerebro, esto a su vez, aumentar la producción de serotonina en el cerebro, ya que el triptófano necesita glucosa para ser transportado al cerebro y convertirse en serotonina.

 Si está experimentando síntomas de depresión u otros trastornos del estado de ánimo, es importante buscar atención profesional.

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