Cubriendo la mayor parte de la superficie del cuerpo humano, el sistema digestivo, traduce toda la información que le suministramos a través de la comida en moléculas de señalización que se conectan con pequeños sensores lectores de mensajes (amargo, picante, dulce).

El sistema digestivo está recubierto por células endocrinas que secretan hormonas (más de 20). Tenemos el ejemplo de la serotonina; hasta el 95% de la despensa de serotonina está en el intestino. Recordemos su importancia en el binomio sistema digestivo-cerebro:

• Escencial para las contracciones digestivas normales
• para el transporte de la comida por el tubo digestivo
• para el apetito
• para respuestas al dolor
• para sensación de bienestar y buen humor

Comentario al margen: No en vano existen los famosos inhibidores de la recaptación de serotonina, función de la mayoría de los antidepresivos.

Ahora bien, como órgano sensorial ¿cómo se conecta el intestino con el cerebro? Mediante cables nerviosos que llevan y traen información abriendo vías de comunicación y usando el torrente sanguíneo. Reveladoras las ultimas investigaciones sobre el X par craneal, el nervio vago.

Ejércitos de moléculas de señalización inflamatoria desde el intestino van al cerebro generando sensaciones como; malestar, naúseas, saciedad, bienestar. A su vez, el cerebro mandará de regreso al aparato digestivo respuestas variadas en las células intestinales (nervios, musculo liso o células inmunitarias) para cambiar sus funciones generando distintas sensaciones intestinales, que el cerebro guaradará en su base de datos para futura toma de decisiones.

Finalmente, el sistema digestivo como órgano sensorial conectado al cerebro conforma una red determinante para el bienestar, las emociones y la capacidad de tomar decisiones.

Para mantener una correcta comunicación sistema digestivo-cerebro no dude en incluir alimentos nutracéuticos producidos por las abejas. contacto@imiel.co