Las funciones biológicas esenciales que se llevan a cabo en el desarrollo del grano de polen y las actividades enzimáticas responsables de las interacciones entre polen y pistilo es la invitación perfecta que hacen las flores a las abejas: recoger el polen de los estambres de las plantas el cual se adhiere a su cuerpo por cargas electrostáticas.

Una vez impregnadas de polen floral las abejas, con sus patas, limpian su cuerpo hasta donde alcanzan humedeciendolo con saliva o néctar. Amasan el polen , compactándolo, formando pequeñas bolas (6 a 8 mg) hasta llenar las corbículas –cestilla en sus patas posteriores-.

Esta acumulación en sus patas traseras - mezcla de polen- que han recogido de las flores, ahora es transportada a la colmena (donde esla única fuente de proteínas, minerales, vitaminas y grasas) para ser utilizada en la producción del alimento larval y para el desarrollo de abejas que recién nacen.

Una vez llega la abeja a la colmena con el polen, lo introduce -en el panal- en unas celdas que rodean el nido de cría y lo recubre de miel, donde sufre un proceso de fermentación tranformándose en una especie de ensilaje que se conserva por la formación de ácido láctico.

El polen fermentado es diferente al cosechado por los apicultores con trampas situadas en la entrada de la colmena: las pelotas de polen que las abejas traen en sus patas caen en un receptáculo para este fin.

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