La agricultura, ganadería, minería, pesca, entre otras actividades extractivas han acabado con la cobertura vegetal; alimento para muchos polinizadores.

Hoy por hoy las Selvas, humedales, manglares, matorrales no han podido revertir el maltrato humano y sus límites de tolerancia se han rebasado:  los humedales ya no detienen tormentas, los manglares no protegen las marejadas, en muchos lugares los ríos no producen peces como si sucedía décadas atrás, la atmósfera ya no se autolimpia, ni que decir de la producción agrícola usando contaminantes que sólo ayudan en la  desaparición de estos ecosistemas naturales.

Los llamados se han hecho, las alertas están al orden del día, sobre las consecuencias de la actividad humana  en el ambiente para no continuar ocasionado  efectos dramáticos para los ecosistemas naturales.

 

La conservación de la cobertura vegetal - de especies nativas - permite la fuente de alimento para los polinizadores, de lo contrario, tienden a desaparecer: se pierde una especie clave de variedad  genética y en el ecosistema, una pieza fundamental de su biodiversidad.

Embates ecológicos las últimas décadas nos permitió replantear la ejecución de conocimientos apícolas, creamos Apicultura intuitiva. Para asesorías en recuperación de conectividad por corredores de vegetación nativa, recolonizar ecosistemas naturales, nidos trampa en áreas protegidas , refugios silvestres y/o en parques urbanos escríbanos a contacto@imiel.co