En los últimos años ha causado mucha preocupación en la comunidad científica y entre los apicultores la disminución de las abejas en el mundo; Colombia no es la excepción: muchos de nuestros apicultores han visto morir sus colmenas por el uso indiscriminado de agroquímicos.

La importancia del servicio de polinización que realizan las abejas comprende un amplio espectro de beneficios porque son la garantía de las producciones agrícolas, preservación de plantas nativas proporcionando un servicio ecosistémico importante al garantizar la sostenibilidad de los cultivos, con ello, la seguridad alimentaria de una región.

A pesar de la importancia agrícola de las abejas, existe una evidencia creciente de que varias especies están disminuyendo en abundancia; es una lástima que el bienestar de los polinizadores se ha perturbado de una manera cruel e irrespetuosa: el cambio climático, el uso indiscriminado de agroquímicos, el aumento de construcciones que han destruido el hábitat de algunas especies silvestres, sin mencionar las enfermedades que contraen las abejas como consecuencia de estas perturbaciones.

La población humana aumenta, el consumo de hortalizas y frutas aumenta, no así el de los polinizadores, todo lo contrario, las colmenas de abejas melíferas manejadas (Apis mellifera L.) han tenido pérdidas importantes en la última década.

El llamado es cuidar, respetar a los polinizadores. Al gobierno -en todas sus instancias- promover políticas firmes desde la regulación del uso de agroquímicos hasta el deber ciudadano de cuidar la vida de los integrantes de cada ecosistema.

Si usted le interesa la conservación y cuidado de los polinizadores como producción y/o pasatiempo puede contactarnos en m