"Las flores cuentan con una serie de campos eléctricos, energía estática, energía negativa. Un mundo fascinante que es bien interesante conocer más: "

Es bien sabido que el color de las flores, su forma y su fragancia es una estrategia de sobrevivencia para atraer a los polinizadores. Sin embargo, existen otras estrategias desconocidas, hasta hoy,  como es el campo eléctrico negativo, un campo magnético en las flores, transmitido a través de la planta que está conectada a la tierra.

Las abejas tienen una carga eléctrica positiva porque vuelan en el aire, en el cual hay polen, polvo y demás fracciones aéreas. El roce con estas fracciones hace que las abejas pierdan electrones, dejándolas con carga positiva, generando un campo magnético que oficia como imán que permite atraer, recoger el polen de la flor mediante electricidad estática. Vale recordar que las abejas están cubiertas de miles de vellos en su cuerpo que al roce con el aire, al vuelo, logra energía estática. Es por eso que muchas veces se observen abejas totalmente cubiertas de polen.

Las flores, por su parte, están "conectados eléctricamente" a la tierra. El intercambio de carga eléctrica (positivo y negativo) al contacto de la abeja con la flor cambia los campos eléctricos y el comportamiento de las abejas. Un buen campo eléctrico puede facilitar mejor una comunicación rápida y dinámica entre flores y polinizadores.

Cuando una abeja aterriza en una flor se genera un campo eléctrico, y por lo tanto una fuerza. Es como si se produjera una chispa (descarga de energía viva) cuando una y otra conectan. Se cree que la abeja puede sentir esta fuerza inducida eléctricamente. Al parecer, para mejorar la memoria asociativa de la abeja con los premios de la flor, como el polen y el néctar. La flor, a su vez, cambia eléctricamente por un período corto después de la interacción. Sin duda alguna es un fantástico regalo de la evolución.  Ambas partes se benefician.

Creemos que las flores tienen algo que decir en esa estrategia (carga eléctrica negativa), informar a las abejas que la oferta (néctar y polen) está disponible (con buena vibra para la abeja) con el fin que regrese de nuevo pronto. Es una especie de "interacción dinámica": Polinízame (fertilízame) que te doy todo el polen y néctar, de mejor calidad (energía viva), que desees con  tal que yo pueda reproducir mi especie.

Las abejas son capaces de distinguir los campos eléctricos de las flores. La presencia de un campo eléctrico sano en una planta, bueno en una flor, mas su bello color habla bien del cultivo, de los nutrientes del suelo, se potencia en ser más coqueta a la atracción de una abeja para ser no solo descubierta sino polinizada por toda la colonia. No lo dude, una abeja feliz que descubre un parche de polen y néctar nuevo de excelsa calidad pronto va en línea recta a la colmena para informar, transmitir noticias nuevas de una fuente nueva de alimento.

La abeja exploradora (obrera), una vez llega a la colmena es evaluada por sus compañeras y a su vez escrutada por evaluar la calidad de polen y néctar que trae a la colmena.  El cotejo al unísono hace que  la colonia de obreras decidan (conciencia colectiva) ir a polinizar ese campo de cultivo o elegir otro mejor que ofrece otra abeja exploradora. El campo magnético que trae consigo se irradia y proyecta entre sus compañeras. Puede ser a favor o en contra.

Sentencia:  Esta es una de las razones por el cual las maniobras de campo de cultivo deben ser óptimas (en todas sus áreas de trabajo: clareo, suelo, arvenses, estrés ambiental, etc.), con el fin de encadenar procesos en debida forma orientados todos a mejorar la productividad. El éxito en la polinización – con abejas - es el resultado de muchas transversalidades, de un trabajo integral.

Veamos ahora otros detalles de cómo se comporta este tema del CAMPO MAGNÉTICO, entre la flores (planta) y las abejas: Cuando la abeja aterriza en una flor, ésta adquiere parte de la carga positiva de la abeja y permanece ligeramente cargada durante un tiempo que oscila entre minutos y horas. Esto deja una huella temporal en la flor que indica una visita, por lo que las flores con más néctar y más visitadas tendrán una carga eléctrica superior a las flores menos visitadas. Las abejas poseen la capacidad de distinguir estas cargas eléctricas y seleccionar en pleno vuelo las mejores flores.

Atención: La contaminación y químicos en cultivos afecta con decisión la carga magnética en las abejas, y quizás esta sea una de las razones en los cambios que las desorientan.