Como te comenté en el escrito de la página anterior; mientras vivían -las flores y las abejas- su historia de amor evolutivo, en algún momento hace millones de años, las flores deciden producir dulce néctar de regalo a sus enamoradas las abejas.

¿Sabes que las abejas son unos insectos muy trabajadores y hacen algo muy especial con el néctar que extraen de las flores? Ellas llevan este néctar a su colmena y lo guardan allí para hacer un líquido preciado llamado miel. Pero la miel no aparece de inmediato, las abejas tienen que hacer un proceso especial para transformar el néctar en miel.

Las abejas muy felices por el riquísimo dulce que extraen de las flores lo guardan como líquido preciado en sus colmenas. Con el tiempo, se convencieron de que cuando lo llevaban en su estómago y le adicionaban unas enzimas antes de guardarlo -el nectar- en la colmena se volvía más viscoso.

Asi que luego de trasnportalo en su estómago, lo regurgitan y lo guardan en las celdas de la colmena. Pero eso no es todo, las abejas también tienen que evaporar el agua del néctar para que se convierta en la milagrosa miel!. ¿No es asombroso?

De esta manera, las abejas convierten el néctar de las flores en miel, un delicioso y nutritivo dulce que podemos disfrutar. ¿Te gustaría probar un poco de miel?

La milagrosa miel siempre ha estado presente en la historia de la humanidad, desde que nuestros ancestros pudieron expresarse con escritos y dibujos, esta relación ha sido corroborada por pinturas rupestres.

Si te gusta conocer de apicultura desde un contexto antropológico, Escríbeme al correo electrónico que aprece abajo, te sugeriré lecturas sobre la antigua relación del hombre con las abejas y la milagrosa miel.