Cada colmena una central de energía

Toda colmena de abejas es una central de energía, una fábrica donde a través del zumbido de la vibración de las alas de la abejas se crean impulsos que se convierten en energía viva que proyectan luego códigos de información que son la impronta de la línea genética de los diferentes productos de la colmena.  

El vibrar – zumbido - en la soledad del silencio de la selva, lejos del contacto del hombre es una de las características de más alto valor al momento de tazar, valorar la calidad de la miel. En épocas anteriores se ha creído que son otros los vectores que definen la calidad: - la humedad, - origen de floración, - libre de elementos contaminantes, mezcla de miel con endulzantes, etc.

Innegable que todos los anteriores son protocolos de calidad que se deben de conservar, proteger y ajustar, pero el más importante de todos, es: velar por cuidar con celo, la identidad de la energía propia de cada colmena. Esto solo se logra no mezclando la miel de una colmena con la de otra colmena.  Cada colonia de abejas se debe a su reina, es una “conciencia colectiva”, individual, con su genética y energía propia.

Mezclar los códigos de información de una colmena con los de otra es ofrecer al mercado productos espurios, mieles degradadas, sin fuerza y poder energético para efectos de ofrecer bienestar de vida.

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