En la última década ha sido constatada la propiedad del café verde (pergamino) para combatir la inflamación inducida por la grasa en las células contribuyendo a bajar de peso gracias a la presencia de polifenoles; ácido clorogénico, ácido protocatecuico, rutina y ácido gálico que permiten – entre otros procesos- estabilizar la insulina y convocar una correcta absorción de la glucosa a nivel intestinal.

Otros estudios describen presencia/aumento importante del ácido ferúlico, durante la metabolización colónica del ácido clorogénico, un regulador del oxido nítrico generador de vasodilatación, por ende, sugiere su actividad antihipertensiva.

De manera clara, la capacidad antioxidante del café pergamino, potencializada con los beneficios de la miel cruda son una herramienta más que la naturaleza nos entrega para prevenir y detener el ciclo de enfermedades crónicas.

Los compuestos fenólicos (ácido protocatecuico, clorogénico y ácido gálico), también presentes en las mieles y propóleos de selva tienen la capacidad de inhibir en el adipocito la acumulación de grasa, propiciando la lipólisis y creando grasa parda o tejido adiposo marrón.

La grasa parda (BAT) o tejido adiposo marrón (TAM) es un órgano endocrino que produce calor y bioseñalizadores que activan la correcta descomposición de lípidos y carbohidratos.

Adicionando en la dieta estos compuestos fenólicos se activa el oscurecimiento de las celulas grasas, en consecuencia se aumenta el número de mitocondrias manteniendo en orden la función de quemar lípidos, producir energía.

Cuando el tejido adiposo crece exageradamente tiene menos mitocondrias asi que la facultad de quemar los lípidos colapsa generando estrés oxidativo e inflamación. Estos procesos inflamatorios se reducen incluyendo en la alimentación alimentos con altas concentraciones de polifenoles como la miel de selva y café verde.

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